¿Es dolorosa la operación de cataratas?

Tener visión borrosa, pérdida de nitidez, mala visión nocturna, deslumbramientos y visión doble son los síntomas más característicos de las cataratas. Esta situación se produce porque el cristalino se va volviendo opaco y la visión pierde nitidez debido a que el ojo no enfoca correctamente las imágenes dentro de la retina. 

Este proceso de pérdida de nitidez es progresivo, aparece poco a poco hasta que la persona empieza a percibir los síntomas y se da cuenta de que no ve con claridad. 

Al aparecer las cataratas, es primordial que el oftalmólogo valore la visión de cada uno de los ojos por separado, ya que puede existir una catarata en un ojo, pero no en el otro. 

En esta evaluación de la visión es importante recordar que no hay un límite de pérdida de nitidez establecido que indique la operación de cataratas. Cada persona requiere una valoración individual en la que se consideren diversos factores como: 

• La agudeza visual que presenta el ojo afectado por la catarata.
• La visión del otro ojo. 
• El defecto de refracción que tiene el ojo con la catarata. 
• Si existe astigmatismo de la córnea.
• Cómo es la catarata.
• La edad y el grado de incapacidad que genera la pérdida de visión. 
• Síntomas asociados a la pérdida de visión.
• Salud general del paciente. 
• Enfermedades de los ojos, como presión intraocular, dimensiones anormales del ojo, estado de la retina, problemas en la córnea…

Una vez valorados todos estos aspectos, el oftalmólogo determinará si es necesario pasar por quirófano para resolver las cataratas. 

En qué consiste la operación de cataratas

La operación de cataratas se puede realizar a través de distintos procedimientos, entre los que destacan los siguientes: 

• Facoemulsificación. A través de una mínima incisión, se llega hasta el cristalino para eliminar la catarata, dividiéndola en pequeños trocitos para, una vez realizado, aspirar esos pequeños fragmentos con un dispositivo específico. A continuación se coloca una lente para poder ver con total normalidad. La lente que se implanta lleva la corrección de los defectos de refracción, en el caso de que el paciente los tenga. Si no, se implanta una lente normal, adecuada a sus propias necesidades. 
• Cirugía láser. A través de un láser de FEMTOSEGUNDO se fragmenta el cristalino opaco que produce la catarata para aspirar los pequeños fragmentos. Una vez retirado, se implanta una lente intraocular para corregir, en el caso de existir, los defectos de refracción.

Entre las lentes intraoculares más utilizadas están:

• Lentes multifocales. Se hacen a la medida de cada paciente para mejorar el problema de refracción que tenga. De esta forma, además de resolver la catarata, permite rehabilitar la visión cercana (lectura)  y visión  media (ordenador), por lo que no necesitará usar gafas porque la lente incorporará las dioptrías que necesita. 
• Lentes monofocales. Estas lentes permiten recuperar los problemas de visión de lejos. En estos casos,  el paciente tendrá que utilizar gafas de cerca, puesto que no corrigen la vista cansada.  
• Lentes tóricas. Además de tratar las cataratas, mejoran otras alteraciones de la refracción, como el astigmatismo. 

¿Es dolorosa la operación de cataratas?

La operación de cataratas en sí misma no es dolorosa, ya que se realiza con anestesia local (, mediante colirio de anestesia) y de forma ambulatoria. Dura unos 20 minutos, aproximadamente, y una vez que se ha comprobado que todo está bien, el paciente se puede ir. Es recomendable que acuda a la intervención acompañado para facilitar el regreso a casa.

Las molestias postoperatorias más frecuentes incluyen:

• Picor
• Ardor
• Sensación de cuerpo extraño
• Lagrimeo
• Visión borrosa durante las primeras horas
• Sensibilidad a la luz aumentada los primeros días.

No obstante, estos síntomas suelen desaparecer a los pocos días de la intervención y pueden mejorarse con el uso de colirios específicamente indicados por el especialista. 

Postoperatorio de la operación de cataratas 

Una vez que el paciente recibe el alta, llega a su casa y debe permanecer en reposo relativo durante ese día. Eso significa que puede hacer vida normal, pero sin forzar mucho la vista. Por eso, no es recomendable leer ni utilizar dispositivos electrónicos. 

También es importante mantener bien limpios los ojos para evitar el desarrollo de infecciones. Las manos deben mantenerse siempre limpias, ya que es frecuente que, de forma inconsciente, se toquen los ojos, elevando el riesgo de transmisión de algún microbio. 

Además, durante los días siguientes a la operación de cataratas no se recomienda maquillarse, lavarse el pelo o ir a la peluquería. Para hacer estas actividades habrá que esperar las indicaciones del oftalmólogo. 

Colirios tras la operación de cataratas

Una de las cosas más importantes que hay que hacer en el postoperatorio de las cataratas es ponerse los colirios, gotas para los ojos prescritas por el especialista que ha realizado la intervención. 

Es posible que al ponerse las gotas se note algo de picor, pero es importante evitar, en la medida de lo posible, frotarse o rascarse para calmar el picor. 

En los primeros días tras la intervención puede que se vea un poco borroso o sin la nitidez esperada, pero hay que tener paciencia hasta que el ojo se adecue a su nueva situación. También puede haber un aumento de la sensibilidad a la luz o al deslumbramiento por las noches. 

No hay que asustarse, porque todas estas molestias son normales después de la operación y desaparecerán conforme avance el postoperatorio.

¿Cuándo se puede hacer vida normal después de la operación de cataratas?

Al día siguiente de la intervención de cataratas, y una vez que tu oftalmólogo haya comprobado que todo está bien, irás recuperando la visión por el ojo intervenido. 

Es importante tomar una serie de precauciones para evitar complicaciones. Por eso, es aconsejable que en los primeros días no te agaches o cojas grandes pesos. Sin embargo, es importante que te mantengas activo y que realices ejercicios suaves, como por ejemplo dar paseos. 

Eso sí, protege los ojos y utiliza gafas de sol para salir a la calle, que además de prevenir los daños que producen en los ojos los rayos del sol, evitan que lleguen al ojo pequeñas partículas que pueden causar irritación. 

Complicaciones después de la operación de cataratas

Ninguna cirugía está exenta de riesgos, pero se pueden minimizar si sigues las recomendaciones ofrecidas por los cirujanos oftalmológicos que llevan a cabo la operación de cataratas. 

Si tras la cirugía aparece algún síntoma extraño, como pérdida de visión, inflamación de los ojos, hemorragia o infección ocular, es importante que acudas de inmediato al centro oftalmológico donde se ha llevado a cabo la operación de cataratas para que valoren la salud de tus ojos. 

Recuperar la visión tras la operación de cataratas

Una de las preguntas que más se hacen las personas que se van a someter a una operación de cataratas es cuánto tiempo se tarda en recuperar la visión. 

Si no hay ninguna complicación, la recuperación completa de la visión tras la cirugía de cataratas tarda entre un mes y medio y dos meses. Hay que tener en cuenta que el ojo intervenido necesita un tiempo de reposo para adaptarse a la nueva situación y recuperar la visión. Irás notando la mejoría de manera progresiva.

Para volver a conducir no hay un tiempo determinado establecido: tendrás que esperar a las revisiones de tu oftalmólogo y, una vez que compruebe que estás listo/a, te indicará si puedes volver a conducir. 

Superado el postoperatorio, la gran mayoría de las personas están muy satisfechas con el resultado, ya que el éxito de la operación de las cataratas es muy alto. Además, es una intervención sin grandes complicaciones, siempre y cuando sea realizada por un equipo de especialistas con experiencia. 

Por eso, es muy importante elegir un centro oftalmológico experimentado que cuente con buenos resultados y garantice una atención individual en todo el proceso, así como un diagnóstico personalizado que valore con precisión el tipo de catarata que se tiene, dónde está localizada y si es incipiente o evolucionada. 

Todos esos datos son necesarios para plantear la intervención más adecuada a las necesidades concretas de cada paciente. Así, se podrán obtener los mejores resultados y recuperar la visión protegiendo la salud de los ojos.