Seguridad para el paciente en la cirugía refractiva

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¿Cuáles son los riesgos de una operación de miopía?


La cirugía refractiva es una opción eficaz y segura para corregir la miopía. Sin embargo, y como toda intervención quirúrgica, tiene una serie de riesgos potenciales que, si bien son muy infrecuentes, es importante conocer antes de tomar la decisión de operarse.

Actualmente los criterios de selección son mucho más estrictos que hace 20 años, con lo que problemas y complicaciones que ocurrían en los años 90, hoy en día prácticamente han desaprecido. Informarse adecuadamente y hablar con el especialista sobre si un paciente es apto o no para cirugía, es clave para prevenir situaciones indeseadas. 


Tal y como la describe la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto Refractiva (SECOIR), la miopía –o “mala visión” de lejos– es una condición visual por la que se pueden ver nítidamente los objetos cercanos, pero no es posible identificar correctamente los que están a distancia. La alta incidencia en personas de la misma familia demuestra el importante componente genético de este problema de la vista, pero la miopía también puede tener su origen en la morfología del ojo:

  • Una mayor longitud del globo ocular: el ojo crece en exceso, adquiriendo una forma ovalada (es levemente más largo de lo normal). Como consecuencia de este incremento de la longitud axial, al sistema óptico del ojo le resulta imposible el enfoque nítido sobre la retina de los objetos lejanos, que se perciben de forma borrosa, mientras que los que están cerca se ven con claridad.
  • Aunque es menos frecuente, la miopía también puede estar causada porque la córnea tiene una curvatura muy pronunciada o por un cambio en la forma del cristalino.

Cirugía refractiva: el láser aliado

 

Una de las opciones más populares para corregir la miopía es la cirugía refractiva que emplea distintas técnicas de láser (PRK, LASIK, SMILE). El objetivo de esta intervención es modificar la curvatura de la córnea para mejorar la visión, solucionando así el problema de desenfoque. Según se explica desde la Asociación Profesional de Oftalmólogos de España (APOE), se trata de una alternativa eficaz al uso de gafas y lentillas, que es la principal ventaja de esta operación, pero no la única. Otras ventajas de la cirugía refractiva son:

  • Permite practicar todo tipo de deportes y algunas actividades laborales que resulta difícil llevar a cabo con gafas.
  • Evita las posibles complicaciones derivadas del uso continuado de lentillas.
  • Aporta comodidad en el día a día, mejorando la ejecución de tareas como maquillarse, cocinar…
  • A la larga, supone un ahorro económico respecto a las gafas y, sobre todo, respecto a las lentillas.


Un 95% de satisfacción


La operación de miopía es una intervención rápida que dura unos 15 minutos. Los especialistas en Oftalmología coinciden en que se trata de uno de los procedimientos más seguros y que las complicaciones son sumamente raras

Asimismo, los informes elaborados sobre el impacto de la intervención en los pacientes coinciden en que alrededor del 95% se muestran satisfechos con los resultados de esta cirugía y relatan que ha supuesto un “cambio radical” en su vida

En la misma línea, los análisis de organismos de referencia como la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA), demuestran que la introducción de la última tecnología láser ha reducido de forma significativa los efectos secundarios no deseados asociados a esta intervención, en comparación con láseres de generaciones más antiguas. 


Efectos secundarios: leves y temporales


Es muy importante distinguir entre algunos efectos secundarios que muchos pacientes experimentan en mayor o menor grado en los días posteriores a la cirugía y que se solucionan en poco tiempo, y las complicaciones que se presentan a más largo plazo.

Así, los principales efectos secundarios postquirúrgicos afectan a tres aspectos: la visión, el confort ocular y el aspecto de los ojos: 

- Efectos en la visión en los primeros días: se manifiestan en forma de distintas “dispersiones” de la luz. Son habituales en los días inmediatamente posteriores a la operación y se dan, sobre todo, en los pacientes que se someten a esta intervención para corregir graduaciones altas:
  • Visión borrosa.
  • Dificultad de visión nocturna. 
  • Problemas para conducir de noche: es típico el aumento de la percepción del resplandor de los faros de los coches que vienen de frente.
  • Percepción de resplandores, halos, “moscas volantes” o destellos alrededor de las luces.
  • Sensibilidad a la luz.
  • No ver bien en situaciones de bajo contraste, por ejemplo, cuando hay niebla.


- Efectos sobre el confort ocular: están producidos principalmente por la desestabilización que la cirugía produce en la película lagrimal (disminuye la producción de lágrimas). Dichos efectos mejoran al cabo de unas semanas/meses, de forma paralela a la cicatrización de la superficie corneal y esto, a su vez, da lugar a:
  • Visión “variable” (ver borroso de forma intermitente).
  • Ojo seco: sensación de “tener arena” en los ojos, picazón y sequedad, que pueden ir acompañados de molestias que reducen la calidad visual.

- Efectos sobre el aspecto de los ojos: pueden aparecer alteraciones que, si bien son antiestéticas, no afectan a la salud ocular y que tardan unas 6 semanas en desaparecer por completo. Las más frecuentes son: 
  • Aparición de pequeños puntos o manchas rojas en la parte blanca del ojo. Están producidas por pequeñas hemorragias que se producen debajo de la conjuntiva.
  • Ligera inflamación, que produce malestar.


Qué complicaciones pueden surgir


Aunque la evolución y, por tanto, la probabilidad de que aparezcan complicaciones dependen de cada paciente, por lo general, los riesgos más serios asociados a esta intervención son los siguientes:

-Necesidad de una nueva intervención: es la complicación más frecuente y, de hecho, uno de cada 10 pacientes requiere algún tipo de cirugía adicional para mejorar el resultado. Esta reintervención es lo que comúnmente se llama “retoque” y es porque la anatomía de algunos pacientes responde ligeramente diferente que la media, por lo que a veces al quitar 5 dioptrías puede quedar media dioptrçia residual que los profesionales retocarán.

-Afectación de la agudeza visual: Es muy poco frecuente, prácticamente no viéndose casos en la práctica clínica habitual. Tiene su origen en problemas de cicatrización de la córnea (aparición de infecciones, respuesta anormal a la cicatrización) o alteraciones como la ectasia (adelgazamiento progresivo de la córnea y aumento de su curvatura). En la gran mayoría de los casos, estas complicaciones tienen buena solución con un trasplante corneal para reemplazar el tejido dañado.


Información y planificación para prevenir riesgos

La mejor forma de prevenir y evitar estas complicaciones es informarse con un profesional debidamente cualificado, que aporte todos los datos relacionados con esta intervención y valore en cada caso sus ventajas o riesgos respecto a otras alternativas.

Con esta información, y antes de tomar la decisión de operarse, el paciente tiene que asegurarse de que conoce muy bien todas las partes del proceso, así como las limitaciones y las posibles complicaciones que puede producir la cirugía de miopía. De esta forma, podrá sopesar de forma individual los riesgos y beneficios, antes de someterse a una intervención de este tipo. Además, hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta para tomar la decisión final de forma segura:
  • Comparar. Los especialistas aconsejan no conformarse con el primer centro oftalmológico, ni decantarse por el más barato. En este punto, cabe recordar la importancia de ponerse en manos de profesionales debidamente cualificados como los de HM Eye Center 
  • Leer, con detenimiento, y preguntar. El médico proporcionará toda la información relativa, tanto a la intervención, como a la técnica/aparato con el que se va a llevar a cabo la cirugía, así como resolver todas las dudas que surjan.
  

Cuestiones que hay que hablar con el oftalmólogo


Asimismo, hay algunas cuestiones que es necesario consultar y acordar con el oftalmólogo antes de someterse a una corrección quirúrgica de la miopía: 

Si el grado de miopía está dentro del rango aprobado para estas intervenciones, así como comprobar que se ha mantenido estable durante el último año. En general, los errores refractivos graves reducen las posibilidades de éxito.
  • Proporcionar al especialista la relación de fármacos que se está tomando el paciente, ya que algunos pueden descartar la cirugía o afectar a los resultados.
  • Tener en cuenta el estilo de vida: plantearse si se para todas las actividades que se hacen a diario o con un 20/40 sería suficiente.
  • Qué se puede esperar realmente. Es importante tener claras y valorar cuestiones como que no todo el mundo logra una visión 20/20; que se pueden presentar efectos secundarios más o menos molestos; y que hay riesgo de complicación. 

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