La edad idónea para operarse de la vista

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¿Cuál es la mejor edad para operarse de la vista?


No existe una edad específica recomendada para operarse de la vista. No obstante, para valorar la corrección de trastornos como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo se recomienda esperar hasta los 18 años, cuando el ojo deja de crecer, así como tener una graduación estable durante al menos un año o un año y medio.

La cirugía refractiva ha revolucionado la forma en que se corrigen los problemas de visión, ofreciendo a millones de personas una alternativa efectiva a las gafas y las lentillas. Sin embargo, a la hora de valorar tanto la cirugía refractiva como otras intervenciones oculares, surge una pregunta importante: ¿Cuál es la mejor edad para operarse de la vista? No existe una respuesta única para esta pregunta, ya que depende de varios factores, como por ejemplo el tipo de problema de visión que se quiere corregir. 

En líneas generales, la cirugía refractiva para corregir problemas como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo está indicada en personas mayores de 18 años que han mantenido una graduación estable en gafas y lentillas durante al menos un año o año y medio, dependiendo de las características específicas de cada paciente. En el caso de que la graduación no sea estable o el paciente sea menor de edad, se recomienda esperar.

Se estima que a partir de los 18 años el ojo deja de crecer y esto ayuda a que los resultados que se obtengan con la cirugía refractiva sean más estables y predecibles. 

Sin embargo, algunas personas siguen teniendo variaciones en su graduación durante la edad adulta y por ello es importante que el oftalmólogo valore si es posible realizar la intervención con garantías o si es preferible esperar a que la visión se estabilice.

En todo caso, la mejor edad para operarse de la vista dependerá principalmente del tipo de problema que se quiera corregir, ya que algunos trastornos, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, se presentan a edades más tempranas, mientras que otros, como la presbicia o las cataratas, son propias de las personas mayores. 

A continuación, vamos a repasar cuáles son los trastornos de la visión más frecuentes, cómo pueden tratarse y cuándo se puede operar cada uno de ellos.

Miopía, hipermetropía y astigmatismo


La miopía es un trastorno de la visión que impide ver con nitidez los objetos distantes, ya que la imagen visual se enfoca delante de la retina en lugar de hacerlo directamente sobre ella. 

Esto puede deberse a diversas causas, como que el ojo sea demasiado largo en relación con la curvatura de su córnea o que la córnea tenga una curvatura excesiva. 

Como resultado de este problema de refracción, las personas con miopía pueden ver objetos cercanos con claridad, pero tienen dificultades para enfocar objetos distantes, que aparecen borrosos o desenfocados.

La miopía suele desarrollarse en la infancia o en la adolescencia, y en su aparición también están implicados factores genéticos y ambientales. Por ejemplo, la presencia de miopes en la familia aumenta las probabilidades de que uno también lo sea, y pasar mucho tiempo mirando las pantallas de los ordenadores o los dispositivos móviles también eleva el riesgo de miopía.

La miopía es el error de refracción más frecuente en la población general y, según el Barómetro de la Miopía en España 2022, basado en datos del "VI Estudio de Prevalencia y factores de riesgo de errores refractivos en niños de 5 a 7 años en España", en nuestro país la prevalencia de la miopía en niños ha aumentado progresivamente en un 17 % desde 2016.

Según confirma este estudio, el estilo de vida influye directamente en la aparición y el desarrollo de la miopía. De hecho, los niños que pasan más tiempo al aire libre son menos miopes, mientras que los que pasan más horas con dispositivos electrónicos son más miopes.

Asimismo, parece haber una estrecha relación entre el sueño y la miopía, de manera que este problema de visión es mayor cuanto peor es la calidad del sueño. 

El astigmatismo, por su parte, es un trastorno que se debe a una deformación o irregularidad en la córnea y/o el cristalino del ojo, lo que provoca una visión distorsionada

Tal y como explica la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto Refractiva (SECOIR), cuando la visión es normal, la córnea tiene forma casi esférica, con una curvatura uniforme en todos sus ejes. 

En el caso del astigmatismo, esta curvatura está alterada y aparece un efecto de distorsión de la imagen parecido al que se produce cuando se mira un espejo que tiene la superficie ondulada. Por ello, las personas con astigmatismo perciben las imágenes más altas, anchas o delgadas de lo que son en realidad. 

Al igual que la miopía, el astigmatismo puede tener un componente hereditario, pero no suele mostrar cambios significativos con el paso del tiempo. 

Por último, la hipermetropía es un trastorno que causa una mala visión de cerca, mientras que la visión de lejos es relativamente buena. Esto suele deberse a un ojo de menor tamaño de lo normal o una menor longitud del ojo, lo que hace que no enfoque con nitidez los objetos cercanos en la retina.

¿Cómo se pueden corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo?


La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo se pueden corregir con gafas, lentes de contacto o con cirugía refractiva, como la cirugía FEMTOLASIK, que modifica la forma de la córnea para mejorar la refracción y permitir una visión más clara. 

En cualquier caso, la decisión de someterse a una cirugía ocular debe tomarse con la recomendación del oftalmólogo, quien realizará un examen completo y proporcionará una evaluación personalizada para determinar si el paciente es un buen candidato.

¿Cuándo se puede operar la miopía, hipermetropía y astigmatismo?


Como hemos comentado anteriormente, no existe una edad específica para operarse de la vista en el caso de sufrir errores de refracción como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. 

Se considera que la edad mínima recomendada es de 18 años, cuando el ojo deja de crecer. Esta edad puede variar según el tipo de procedimiento y las circunstancias individuales de cada paciente. 
Además, se deben cumplir algunos requisitos generales para que la cirugía refractiva pueda hacerse con garantías: 
  • Graduación estable. Es importante que la graduación del paciente se haya estabilizado y que haya sido constante durante al menos un año o año y medio (incluso dos años, en algunos casos) antes de la operación. Esto se aplica especialmente a pacientes más jóvenes, ya que su visión puede seguir cambiando durante la adolescencia y los primeros años de juventud.
  • Tener una buena salud general. Para someterse a cirugía refractiva es necesario que el paciente tenga una buena salud ocular y general, esto es, que no haya enfermedades asociadas que puedan afectar al resultado de la cirugía o desaconsejen la intervención, como el glaucoma, queratocono, enfermedades autoinmunes, diabetes o retinopatía diabética. 
  • Cumplir con los requisitos específicos para la cirugía refractiva. Entre estos requisitos se encuentran tener una presión intraocular y un espesor y una curvatura corneal adecuadas.
Si estás pensando en operarte de miopía, hipermetropía o astigmatismo, es fundamental que consultes a nuestros oftalmólogos especializados en cirugía refractiva para que hagan una evaluación completa de tu caso, determinen si eres un buen candidato y cuál es el mejor momento para realizar la cirugía.

Presbicia: en qué consiste y cuándo operarse


La presbicia, también conocida como vista cansada, es un problema de visión relacionado con la edad que impide ver los objetos cercanos con claridad. A medida que envejecemos, el cristalino se vuelve menos flexible y pierde su capacidad para enfocar objetos cercanos.

Para corregir la presbicia, existen diferentes opciones de tratamiento, como las técnicas láser en la córnea o el implante de lentes intraoculares

En cuanto a la mejor edad para operarse de la vista en el caso de la presbicia, como este trastorno suele aparecer en torno a los 45 años, será el paciente el que decida junto al oftalmólogo cuándo intervenir dependiendo de la afectación y las molestias que cause este problema de visión. 

Cataratas: mejor operar cuanto antes


La catarata está causada por la pérdida de transparencia del cristalino, que se vuelve opaco y provoca visión borrosa. Es la causa más frecuente de ceguera reversible en el mundo, ya que puede superarse fácilmente mediante cirugía.

La técnica utilizada habitualmente para tratar la catarata es la facoemulsificación, un procedimiento de microcirugía en el que se fragmenta y se extrae el cristalino opaco a través de una pequeña incisión y se sustituye por una lente intraocular que no solo resuelve la catarata sino también los defectos refractivos.

La catarata es un trastorno asociado a la edad que debe operarse cuanto antes, por lo que en este caso no existe una mejor edad para operarse de la vista, sino que dependerá del momento en el que se haga el diagnóstico. 

Cirugía refractiva con garantías


Aunque la cirugía refractiva es segura y efectiva, no todas las personas son candidatas para estos procedimientos. 

Por ello, es fundamental un diagnóstico y evaluación adecuados por parte de nuestros expertos en cirugía refractiva para determinar si es adecuada para una persona en particular.

Si estás pensando en someterte a una cirugía refractiva, llámanos para tomar la mejor decisión para tu salud visual.

 
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