¿Cuántos años dura la operación con Láser Excimer?

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La cirugía refractiva basada en la técnica LASIK es una de las opciones más utilizadas para corregir los errores de refracción

La queratomileusis in situ con láser (LASIK, por sus siglas en inglés) es un tipo de cirugía refractiva, lo que significa que su objetivo es reducir la necesidad de utilizar gafas o lentes de contacto, permitiendo, en muchos casos, prescindir completamente de ellas.

Se basa en la utilización de un tipo de láser (láser excimer) que actúa directamente sobre la córnea, que es la membrana transparente con forma de cúpula ubicada en la parte frontal del ojo y cuya función es “refractar” (desviar) correctamente la luz sobre la retina. En la córnea reside la mayor parte del poder de enfoque del ojo.

Cuando existen determinados problemas de la vista, concretamente en el caso de los llamados errores de refracción, esta función no se realiza correctamente. La luz no se enfoca en la retina como debería y, en consecuencia, la visión es borrosa y las imágenes no se perciben con nitidez. 

Así es la intervención con LASIK

La técnica consiste en modificar, mediante el láser, la forma de la córnea. Para ello, se lleva a cabo un proceso que incluye una serie de pasos:

  • En primer lugar, el especialista (cirujano ocular) realiza un corte en el tejido corneal casi 360º dejando una pequeña bisagra (colgajo o flap) con la ayuda de instrumentos de precisión (microquerátomo mecánico o querátomo láser).
  • Ese flap, que tiene forma de solapa, se levanta y dobla hacia atrás para acceder a la capa intermedia de la córnea, que es la que tiene mayor espesor.
  • Se aplica entonces el láser, que está programado con las mediciones para cada ojo, y se remodela la córnea. El objetivo es que ésta refracte la luz adecuadamente y el paciente recupere una visión clara y nítida. 
  • Finalmente, el cirujano ocular dobla el flap hacia abajo, devolviéndolo a su posición inicial (se adhiere por sí solo en un par de minutos y cicatriza rápidamente). 


Se trata de una cirugía ambulatoria, que se realiza con anestesia local (se aplican unas gotas para adormecer los ojos) y dura alrededor de 15 minutos. 
 

Para qué problemas está indicada la cirugía LASIK

Tal y como se explica desde la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR), la cirugía ocular mediante el uso de la técnica LASIK es una de las opciones que hay para corregir los errores de refracción:

  • Miopía: las personas que padecen este defecto de visión sólo pueden ver de manera clara y distinguible los objetos de cerca. Al contrario, tienen dificultad para ver los objetos lejanos y los perciben de manera borrosa. En este caso, el error de refracción suele estar producido porque el globo ocular es ligeramente más largo de lo normal o porque la córnea presenta una curva muy pronunciada. 
  • Hipermetropía: Es un defecto de refracción en el cual mientras se es joven se puede compensar forzando el enfoque del cristalino, pero cuando se manifiesta clinicamente, el paciente pasa a ver muy mal de cerca y mal también de lejos según las dioptrías. La hipermetropía se produce cuando el globo ocular tiene un tamaño más pequeño de lo normal o la córnea es muy plana o muy fina. Esto hace que la luz no se enfoque sobre la retina, que es lo correcto, sino detrás de ella.
  • Astigmatismo: se caracteriza por una visión distorsionada que puede ser consecuencia de una irregularidad de la córnea y/o del cristalino (por ejemplo, que la córnea tenga una curvatura o superficie plana desnivelada). Como consecuencia de ello, las imágenes, tanto de cerca como de lejos, se ven borrosas y se perciben de forma similar a las reflejadas en un espejo de superficie ondulada.


Es frecuente la combinación de miopía y astigmatismo, o de hipermetropía y astigmatismo.

Resultados del LASIK: buena visión sin necesidad de gafas

Actualmente, la cirugía refractiva LASIK es una de las técnicas más utilizadas en todo el mundo para la corrección de los errores de refracción. Los datos reflejan que en la mayoría de los casos se consigue una visión entre 20/20 y 20/40, y que las personas que optan por este procedimiento no suelen necesitar usar gafas ni lentillas. 

A pesar de estos buenos resultados, es importante tener en cuenta que esta intervención no está recomendada para todo el mundo, ni se puede realizar en todos los casos. Es el oftalmólogo quien, tras la evaluación individual, determina si el paciente es candidato o no a operarse. De forma general, estos son los requisitos que deben cumplir los “aspirantes” a una cirugía con LASIK:

  • Presentar algunos de los problemas visuales que pueden solucionarse con dicha técnica.
  • Ser mayor de 18 años (los especialistas aconsejan esperar a los 21, ya que a esta edad hay más probabilidades de que la vista se haya estabilizado).
  • Confirmar que la graduación de los ojos se ha mantenido estable y que no ha cambiado significativamente en el último año.
  • Disponer de unas córneas lo suficientemente gruesas y saludables, y no padecer otros problemas más graves de salud ocular.
  • Tener muy claro qué es lo que se busca con esta cirugía y, sobre todo, lo que la LASIK puede o no puede hacer en cada caso concreto.

El efecto de la cirugía LASIK, ¿dura para siempre?

La duración en el tiempo de los resultados de la cirugía LASIK, concretamente, disfrutar de una buena visión sin necesidad de usar gafas o lentillas, está determinada por la situación de cada paciente y, también, por una serie de circunstancias que pueden limitar la duración, entre ellas:

  • El tipo de error de refracción y la graduación. Las personas que tienen un grado bajo de miopía consiguen mejores resultados y más duraderos con esta cirugía refractiva. En cambio, en los pacientes que presentan una graduación alta de miopía o hipermetropía, los resultados son menos predecibles y puede que, con el tiempo, tengan que someterse a una nueva cirugía.
  • Algunos casos de astigmatismo. De igual manera, las personas que presentan un alto grado de astigmatismo antes de la LASIK pueden necesitar una segunda cirugía, llamada de “re-tratamiento”, para restaurar la corrección. Hay datos que apuntan a que esto ocurre en alrededor del 10% de los casos. 
  • La edad a la que se realiza la intervención. Hay que tener en cuenta que, a medida que la persona envejece, su vista también lo hace, al margen de que se haya sometido o no a una operación de cirugía refractiva. 
  • Otras circunstancias concretas. En raras ocasiones, la cirugía no consigue la corrección suficiente. También hay pacientes (muy pocos) que retoman lentamente el grado de visión previo a la operación debido a una serie de causas, como las consecuencias de desequilibrios hormonales o del embarazo o una cicatrización anormal del ojo tras la intervención.

La presbicia como factor limitante en el tiempo

Aunque la casuística es variable, por lo general, los beneficios derivados de la cirugía LASIK se mantienen entre 10 y 20 años. Sin embargo, esto no garantiza disfrutar de una visión perfecta “para siempre”. Los cambios en la vista asociados al proceso de envejecimiento derivan, la inmensa mayoría de las veces, en una presbicia o “vista cansada” a partir de los 40-50 años.

Según la Sociedad Española de Oftalmología, la presbicia es una condición óptica y visual que se desarrolla como consecuencia del envejecimiento normal del cristalino. Se manifiesta con una dificultad para leer de cerca y enfocar objetos que se encuentran a escasa distancia (habitualmente, a menos de un metro). Esta dificultad mejora a medida que el papel o las imágenes se alejan de la cara.

El método más empleado para corregir la presbicia es el uso de “gafas de ver”, que mejoran la dificultad que produce este problema. Esta corrección es necesaria aunque previamente la persona se haya operado con la LASIK u otro tipo de técnicas para corregir su problema de visión. 

Otra opción, que por lo general no está aconsejada antes de los 60 años, es la cirugía para la presbicia, que se trata de un tipo de intervención distinta. Es importante saber que la LASIK no puede corregir la presbicia.

Otro problema de la vista asociado a la edad es la catarata, que consiste en una disminución de la transparencia natural del cristalino, dando lugar a una pérdida de visión progresiva e indolora, generalmente a partir de los 60 años. Actualmente, el único tratamiento para resolver la pérdida de visión producida por la catarata es la cirugía, que se realiza independientemente de que el paciente se haya sometido a una cirugía refractiva con anterioridad. 

Por tanto, para “acotar” temporalmente la duración del efecto beneficioso de la cirugía LASIK en el sentido de disfrutar de una visión óptima, aunque el problema visual esté perfectamente corregido, hay que tener como referencia la edad a la que uno se somete a esta intervención. Si la persona se somete a dicha cirugía, por ejemplo, a los 25 años, la perspectiva de tiempo sin necesidad de gafas puede ser de hasta 20 años, mientras que cuanto más cercana sea la edad a los 40-50 años, la previsión es, lógicamente, más limitada. 
 

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