¿Qué es la cirugía refractiva?

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cirugía refractiva hm eye center

En la cirugía refractiva se incluyen las distintas técnicas quirúrgicas encaminadas a corregir los problemas de visión. Con ella se consigue moldear la córnea para enfocar la imagen de forma correcta en la retina. Tras la cirugía recuperarás la visión y te olvidarás de las gafas y de las lentillas.

La cirugía refractiva engloba una serie de procedimientos quirúrgicos que tienen como objetivo corregir o mejorar los problemas de visión que están asociados a la graduación.

Tal y como indica la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR), con la cirugía refractiva se pueden corregir errores refractivos como la miopía, el astigmatismo, la hipermetropía o la presbicia.

¿Cuáles son los errores refractivos más frecuentes?

  • Miopía. Las personas con miopía pueden ver sin problema los objetos cercanos, pero son incapaces de identificar correctamente los objetos y las personas que se encuentran a cierta distancia.

La miopía hace que el globo ocular adquiera una mayor longitud y una forma ovalada. Como consecuencia, no se pueden ver con suficiente nitidez y precisión los objetos que se encuentran lejos.

Habitualmente entre los miembros de una misma familia suele haber varios miopes, de ahí que haya un factor hereditario que explica la mayor incidencia familiar.

  • Astigmatismo. Se produce por una irregularidad de la córnea y/o el cristalino, que se achata en los lados y toma una forma ovalada. El astigmatismo hace que los objetos se vean achatados, aparece desde las primeras etapas de la vida y suele tener un componente hereditario.

  • Hipermetropía. Los hipermétropes pueden ver más o menos bien de lejos, pero de cerca no ven correctamente, ya que sus ojos tienen tamaños diferentes. Por ello, el sistema óptico de estas personas no consigue enfocar bien en la retina los objetos cercanos.

En ocasiones la hipermetropía se confunde con la miopía, pero se trata de trastornos distintos y la diferencia está en que los rayos de luz que entran en el ojo se proyectan detrás de la retina en los hipermétropes, mientras que en los miopes lo hacen delante. De esta manera, la visión se vuelve borrosa a corta distancia y a larga distancia en uno y en otro caso respectivamente.

  • Presbicia. La presbicia es un trastorno de la visión que aparece con la edad y que hace que no se puedan enfocar de manera correcta los objetos cercanos.

La diferencia entre la presbicia y la hipermetropía es que la presbicia se debe a un proceso degenerativo debido a la pérdida de elasticidad natural del cristalino, mientras que la hipermetropía tiene su origen en un trastorno en la longitud axial del ojo.

Además, la presbicia está asociada a la edad y al proceso natural de envejecimiento del ojo, por lo que nunca se da en niños y adolescentes.

Tipos de cirugía refractiva

La cirugía refractiva está indicada en las personas que tienen problemas de refracción y quieren olvidarse de las gafas o de las lentillas.


Existen diferentes variantes dentro de la cirugía refractiva; por eso, es importante acudir a un centro especializado que cuente con profesionales cualificados para estudiar cada caso en concreto y ofrecer las distintas posibilidades para resolver los problemas de visión.

Para determinar cuál es la técnica más apropiada, el oftalmólogo llevará a cabo un exhaustivo examen para valorar el tipo de error refractivo que se padece y la salud general del ojo y del paciente.

Entre las técnicas de cirugía refractiva se encuentran las siguientes:

  • LASIK

Desde hace unos años, la cirugía refractiva que más se emplea es la técnica LASIK de última generación, cuyas indicaciones se centran en la corrección de la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.

El LASIK, siglas que corresponden a Laser-Assisted in Situ Keratomileusis, permite trabajar en la córnea para remodelarla con el fin de que el ojo pueda enfocar mejor.

Las personas que se someten a una cirugía refractiva para corregir alguno de los defectos antes mencionados deben seguir las indicaciones y la preparación prescritas por el equipo de especialistas el día de la intervención.

Tras la intervención, la recuperación es muy rápida y, salvo casos muy puntuales, no presenta complicaciones.

Una vez corregido el defecto refractivo, el resultado de la intervención es permanente y al día siguiente se puede retomar la vida normal, siguiendo las indicaciones dadas por el equipo médico.

Entre las ventajas de la cirugía refractiva LASIK están las siguientes:

- Es un procedimiento seguro.

- Es preciso.

- No duele.

- La intervención tiene carácter ambulatorio (no hace falta ingreso hospitalario).

- Se emplea anestesia tópica.

- La intervención suele durar unos 10 minutos.

  • Queratectomía fotorrefractiva

El láser PRK o queratectomía fotorrefractiva es una técnica de cirugía refractiva eficaz que se emplea solo para los defectos de la superficie de la córnea.

Con esta técnica también se utiliza el láser para corregir los problemas de visión, con la diferencia de que el postoperatorio es un poco más incómodo y doloroso, sobre todo hasta que el epitelio de la córnea cicatriza completamente.

El láser PRK o queratectomía fotorrefractiva está especialmente indicado para las personas que tienen el ojo seco o córneas muy finas.

Una de las diferencias que presenta la PRK con respecto al LASIK es que en la queratectomía fotorrefractiva no se hacen cortes de solapa en la córnea, por lo que está más recomendada en personas que tienen una vida activa.

Es importante que tu oftalmólogo haga un estudio previo completo para que te recomiende el tipo de cirugía refractiva más adecuado a tus necesidades.

La PRK, por ejemplo, no está recomendada en personas que tienen un error de refracción inestable, es decir que va cambiando; antecedentes de infecciones oculares; enfermedades cutáneas que pueden afectar a la zona de alrededor de los ojos, o trastornos como glaucoma, cataratas y diabetes mal controlada.

  • Cirugía refractiva con lente intraocular fáquica (ICL)

La cirugía refractiva con lente intraocular fáquica (ICL) también es una alternativa con buenos resultados, segura y eficaz, para las personas que presentan problemas refractivos y que no son candidatas a una cirugía con láser.

En determinadas ocasiones, algunas personas presentan peculiaridades en sus ojos que hacen que no sean susceptibles de someterse a una cirugía de tipo LASIK, como puede ser una alta graduación de su problema refractivo.

En dichas circunstancias, la solución puede estar en la cirugía refractiva con lente intraocular fáquica: un procedimiento reversible que se realiza de forma ambulatoria y con anestesia tópica.

Mediante esta técnica quirúrgica se introduce una lente intraocular fáquica con la graduación necesaria para corregir el problema, detrás del iris y delante del cristalino para evitar reemplazarlo.

Una de las principales ventajas de esta técnica de cirugía refractiva es que la lente, que se introduce a través de una pequeña incisión y se puede personalizar en función de los defectos refractivos de cada persona, puede corregir varios defectos a la vez.

Las lentes intraoculares fáquicas están fabricadas con materiales biocompatibles y son completamente invisibles, con lo cual no se percibe que el paciente las lleva.


Preparación para la cirugía refractiva

Antes de elegir la técnica más adecuada para corregir los defectos oculares, el oftalmólogo tiene que constatar que los ojos están sanos y que no existe ningún problema, como glaucoma o sequedad ocular, que impida llevar a cabo la cirugía.

Los optometristas valorarán la graduación de cada ojo y efectuarán una serie de pruebas adicionales con el fin de determinar el estado de la córnea, valorar su curvatura y grosor, el tamaño de las pupilas cuando pasa luz y en la oscuridad, cómo es el error refractivo que se tiene y la topografía ocular para valorar la presencia de un astigmatismo irregular.

Una vez que se tienen los resultados de todas estas pruebas y análisis, el equipo de oftalmología determinará cuál es la cirugía refractiva más adecuada para cada caso: cirugía superficial con láser (PRK), cirugía con LASIK o cirugía refractiva con lente intraocular fáquica.

Es importante que antes de someterte a una cirugía refractiva le indiques a tu oftalmólogo si tienes alguna enfermedad o si estás tomando de forma regular alguna medicación, ya que puede interferir con el resultado de la cirugía. Además, debes comentarle si tienes alergia a algún medicamento o anestésico.

Si usas lentillas, una semana antes de la intervención tienes que dejar de utilizarlas para que la córnea no sufra modificaciones y que el día de la intervención esté en su forma natural para resolver los problemas refractivos con mayor seguridad. Cualquier duda que te surja debes comentarla con el oftalmólogo.
 

Una rápida recuperación tras la cirugía


Al ser una cirugía ambulatoria no necesitas ingreso hospitalario, pero sí deberás permanecer unas horas en el centro hospitalario después de la intervención para que el equipo médico confirme que todo está bien.

Es recomendable que acudas acompañado a la intervención para que te ayuden a volver a tu domicilio. Una vez en casa, debes seguir las indicaciones de tu médico y al día siguiente volverás a revisión para que el oftalmólogo valore el progreso del postoperatorio.

 

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