La presbicia o vista cansada es un trastorno asociado al proceso natural de envejecimiento del ojo y empieza a desarrollarse a partir de los 40 años, aproximadamente. La operación de presbicia permite corregir este problema y recuperar una visión cercana nítida.
La presbicia, también conocida como vista cansada, es un trastorno visual que afecta a la mayoría de las personas a medida que envejecen.
La presbicia se caracteriza por la pérdida gradual de la capacidad del ojo para enfocar objetos cercanos de forma nítida, lo que dificulta actividades cotidianas como leer, escribir, utilizar dispositivos móviles o realizar tareas de precisión. Aunque la presbicia no representa un riesgo para la salud ocular, su impacto en la calidad de vida puede ser muy importante.
A medida que la presbicia avanza, muchas personas descubren que necesitan alejar los brazos para enfocar adecuadamente lo que llevan en las manos, y esto puede resultar muy incómodo y molesto.
La dependencia de las gafas o las lentes de contacto para corregir la visión cercana puede generar frustración, especialmente en las personas que nunca han necesitado usar gafas. Además, el deterioro visual asociado a la presbicia también puede afectar a la autonomía personal, al ocio y al trabajo.
En este sentido, la operación de presbicia se presenta como la opción más eficaz y segura para corregirla y vivir sin depender de gafas y lentillas.
¿Por qué se produce la presbicia?
La presbicia es consecuencia del envejecimiento natural del cristalino que se encuentra dentro del ojo.
El cristalino actúa como una lente natural y cuando tratamos de enfocar objetos cercanos o a distancias medias, como un libro o un móvil, se adapta modificando su forma para funcionar como una lente intraocular y enfocar bien las imágenes.
Sin embargo, conforme envejecemos, el cristalino se vuelve más rígido y menos flexible. De esta manera, pierde su capacidad de enfoque y aparece la presbicia o vista cansada.
Al ser consecuencia del proceso natural de envejecimiento del ojo, la presbicia es un trastorno que afectará a todas las personas en mayor o menor medida.
Según la Sociedad Española de Oftalmología, lo habitual es que la presbicia se empiece a manifestar entre los 38 y los 45 años, si bien este rango de edad varía dependiendo de algunos factores, entre los que se encuentran los siguientes:
- Envejecimiento natural y genética de cada individuo.
- Actividades diarias habituales: las personas que pasan mucho tiempo frente al ordenador o leyendo desarrollan antes la presbicia.
- Aspectos ópticos del ojo: los miopes suelen desarrollar la presbicia más tarde que los hipermétropes (error refractivo que impide ver con nitidez de cerca) o emétropes, que son las personas que nunca han necesitado utilizar gafas para ver correctamente.
En torno a los 60 años la presbicia ya suele estar instaurada y se mantiene estable. No obstante, la Sociedad Española de Oftalmología advierte de un fenómeno habitual a partir de esta edad denominado ‘segunda visión’, y que consiste en la sensación de que la presbicia ha mejorado o que se ve con mayor nitidez de cerca. Este suele ser el síntoma inicial de cataratas, por lo que hay que prestar atención a esta circunstancia y abordarla cuanto antes.
Síntomas de la presbicia
Identificar a una persona con presbicia es relativamente fácil, ya que en ocasiones tiene que adaptarse a este trastorno con gestos evidentes.
Además de la dificultad para enfocar con nitidez los objetos cercanos, los síntomas de la presbicia incluyen:
- Dificultad para leer letras pequeñas: La presbicia impide leer letras pequeñas en envases, etiquetas o carteles.
- Necesidad de alejar los objetos para verlos con claridad: Las personas con presbicia tienden a alejar los objetos de lectura para enfocarlos mejor, ya que la visión de cerca se vuelve borrosa.
- Fatiga visual: Puede aparecer fatiga ocular después de actividades que requieren un enfoque prolongado en objetos cercanos, como el trabajo de precisión o con miniaturas.
- Dolor de cabeza: La tensión ocular causada por la presbicia puede desencadenar dolores de cabeza, especialmente después de leer o hacer tareas de cerca durante mucho tiempo.
- Necesidad de luz adicional: Puede ser necesario usar una iluminación más brillante para ver de cerca con mayor claridad.
¿Cómo afecta la presbicia a la calidad de vida de las personas?
La presbicia suele desarrollarse a partir de los 40 años y si bien a esa edad el impacto en la calidad de vida de la persona puede ser leve, conforme envejece se convierte en un problema que dificulta las actividades de la vida diaria.
Esto puede tener varios efectos en la calidad de vida:
- Dificultad para leer: La presbicia dificulta la lectura de libros, periódicos, mensajes en dispositivos móviles u otras cosas cercanas, lo que puede llevar a fatiga visual y una menor capacidad para disfrutar de actividades como la lectura.
- Problemas en actividades que requieren visión cercana: Las tareas como coser, hacer manualidades, trabajar con dispositivos móviles, también se vuelven más complicadas debido a la pérdida de enfoque.
- Dependencia de gafas y lentillas: La mayoría de las personas con presbicia necesitarán gafas de lectura o lentes progresivas para realizar tareas que requieran visión cercana. Esto puede ser muy molesto, bien porque es necesaria una adaptación a las gafas o porque haya que intercambiar unas por otras dependiendo de si se quiere ver de cerca o de lejos.
- Menor movilidad e independencia: La pérdida de visión cercana puede afectar a la movilidad y la independencia en las personas mayores, ya que cada vez es más difícil realizar tareas cotidianas sin la ayuda de las gafas.
- Impacto laboral: En el caso de personas que realizan trabajos que requieren una visión cercana constante, la presbicia puede empeorar su productividad y desempeño laboral.
¿Cómo se trata la presbicia?
- Gafas y lentes de contacto
Existen varias opciones para mejorar los síntomas de la presbicia, como la corrección óptica con gafas: monofocales (para enfocar de cerca exclusivamente) o bifocales o progresivas (para ver a varias distancias).
Las gafas monofocales son útiles en las personas que nunca han llevado gafas para corregir otros trastornos y permiten realizar actividades de cerca, como leer, coser, trabajar con el ordenador o hacer manualidades.
Las gafas bifocales cuentan con una graduación en la parte inferior del cristal para enfocar los objetos cercanos, una zona que se distingue visualmente del resto del cristal.
En las gafas progresivas la graduación va variando de manera gradual desde la zona superior, destinada a la visión lejana, a la zona intermedia, para visión intermedia, y la zona inferior, para la visión cercana. En este caso no se distinguen visualmente las distintas zonas de enfoque en el cristal.
Otra opción para corregir la presbicia son las lentillas adaptadas a este trastorno y a los posibles problemas de refracción asociados.
- Lentes intraoculares
Consiste en sustituir el cristalino dañado por una lente intraocular graduada para ver bien de lejos y de cerca (lentes bifocales) o a distancias lejanas, medias y Cirugía para corregir la presbicia
La presbicia TAMBIÉN SE PUEDE CORREGIR mediante técnicas de cirugía LÁER, entre las que se encuentra el Presbylasik, MonovisiÓn…, similares a las empleadas en el tratamiento de la miopía y la hipermetropía, tal y como detalla la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto Refractiva.
Dependiendo del paciente y sus circunstancias, esta intervención puede hacerse en ambos ojos (láser bilateral) o solo en uno de ellos (láser unilateral), de manera que el paciente utilizará el ojo intervenido para las actividades de cerca y el otro ojo, para la visión lejana.
Beneficios y ventajas de la operación de presbicia
- Recuperación de la visión cercana: El principal beneficio de la operación de presbicia es que permite recuperar una visión clara y nítida de los objetos cercanos. Esto significa que no habrá que depender de gafas o lentillas para realizar tareas cotidianas, como leer un libro, una etiqueta o los mensajes del móvil.
- Reducción de la dependencia de gafas: Para muchas personas, la presbicia se suma a otros problemas de visión, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. La operación de presbicia puede corregir no solo este trastorno, sino también otros problemas de refracción, por lo que ya no será necesario utilizar gafas o lentillas.
- Mejora de la calidad de vida: Al no necesitar gafas constantemente o tener que buscar las gafas de lectura cada vez que se necesiten, mejora claramente la calidad de vida, aumenta la comodidad y la libertad para llevar a cabo actividades cotidianas.
- Técnica segura y eficaz: En los últimos años, la operación de presbicia ha evolucionado hacia procedimientos más seguros y eficaces. Las técnicas modernas, como la cirugía con láser (LASIK, SMILE) o la colocación de lentes intraoculares, han demostrado ser seguras y ofrecen excelentes resultados.
- Rápida recuperación: La mayoría de las personas que se someten a la operación de presbicia tienen una recuperación relativamente rápida y pueden volver a sus actividades diarias habituales en poco tiempo, aunque es fundamental que sigan las recomendaciones postoperatorias del equipo médico.
No obstante, aunque la operación de presbicia tiene numerosas ventajas y beneficios, no está indicada en todos los casos. Por ello, si estás pensando en corregir tu presbicia y decir adiós a las gafas, acude a HM Eye Center. Como con cualquier procedimiento médico, la operación de presbicia puede tener algunos riesgos y complicaciones, por lo que es importante que te pongas en las mejores manos médicas.
